martes, 23 de marzo de 2010

" No me digas..."

No me digas que estabas enamorado durante un año de una persona y ella no lo sabe y tu te sentías desdichado, porque te diré que eres un hombre afortunado.
No me digas que en ocasiones te desesperabas por ese amor no correspondido, porque pienso que lo que trae el amor es un gran regalo. Porque te diré que es más importante en la vida el hecho de que tu corazón pueda amar y pueda sentir ese amor, aunque sólo sea una vez, que la desgracia o ignorancia de no saber lo que un corazón henchido de amor por otra persona, pueda llegar a experimentar.
No, no me digas que te causa tristeza este amor desafortunado. Porque entonces te contaré una historia de un viejo amigo mío, que a veces se permite abrirme su corazón y yo ser su más íntimo confidente.
Este amigo anda enamorado de una joven 1753 dias, o lo que es lo mismo; 4 años, 9 meses y 21 días. Y se siente el hombre más afortunado del mundo. Pues a pesar de que como tu, no es correspondido, descubrió que este amor que le trae loco, le rescató de una vida miserable, pues nunca antes se sintió tan vivo. Se dio cuenta que tenía un corazón frío, oscuro y sin saberlo, muerto.
Me contó que, desde que siente y sabe de este amor, le cambió su mirada sobre el mundo, tanto es así que se siente hombre nuevo. Su mirada ahora limpia, le permite maravillarse ante una noche estrellada, y embelesarse con el fulgor de las estrellas.., ahora se enternece con el crepúsculo de un atardecer, así como la sonrisa espontánea de un niño le produce un cosquilleo en su interior. Si, mi amigo ahora es un nuevo hombre, y es que su corazón está henchido de amor. Y a pesar de que su amor no es correspondido, ama tanto a su amada que ya no le causa dolor no ser querido por ella, pues sabe que el amor es libre y libertad quiere, por eso comprende que su enamorada sea feliz con otro y lo respeta.
Verdad es que, a veces le aparecía su ser emocional, más humano y se enojaba, pero como mi amigo es un hombre de fe, entonces se bajaba hasta la playa y en la orilla entre paseos y disquisiciones con su dios le preguntaba: “ - Pero, ¿a que tanto amor por esta criatura?” Silencio era su respuesta. Su dios no le contestaba. Otras, le sonreía, y él, pacientemente esperaba una respuesta. Sabía que se la daría cuando él estuviera preparado para escucharla. Y así fue.
Pero antes te contaré que hace mucho, mucho tiempo vivió un hombre que murió crucificado por el amor de todos los hombres. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su único hijo”. Y entonces, en otra ocasión su interior más visceral volvió a rebelarse. Bajó al atardecer a su playa y dialogando con su dios volvió a preguntarle. “- Señor, yo te amo, pero a veces me resulta muy difícil aceptar este amor tan fuerte y no ser correspondido, no entiendo...”
-“Sé lo que te cuesta, hijo mío, pero así sabrás cuanto amor tengo por cada uno de vosotros, lo que tú sientes es sólo el principio del principio de hasta el infinito de lo que yo amo a cada uno de los hombres”- Le contestó su dios.
Y mi viejo amigo que amaba a su dios ya no volvió a preguntarse nada, ni su ser más emocional volvió a rebelarse. Desde entonces, mi amigo sigue al caer la tarde paseando y sonriente dialogando con su dios por la orilla de su playa. Y ya solo le ruega al anochecer que le regale un día más para poder ver a su enamorada, porque no te dije que todos los días se encuentran, sus vidas están unidas pero sus corazones, de momento, separados. Y a pesar de que todos los días hablan y él sueña con acariciar sus cabellos o cogerle de la mano, su corazón calla y nada confiesa.
Y no me digas que esta historia es triste, porque a mi no me lo parece y si una bella y hermosa historia de amor. Y aunque me gustaría decirte que esta historia tiene un final solo puedo contar la verdad, y nadie sabe como terminará, que al final es lo más importante.

1 comentario:

noelia dijo...

Es cierto!
Para muchas personas, es más importante amar, que que la amen...
Tener capacidad para amar, es una de cosas más importantes en este mundo.