lunes, 22 de septiembre de 2008

Certeza...,

" Como ser que pueda no verte hoy?,
y si así fuera sentiría un desasosiego en todo mi ser,
así como una ligera angustia en mi pecho,
lastimado por tu ausencia,y mi corazón?
lloraría por la desilusión de un sueño roto,
o quizás se convulsionaría,
esforzándose por sobrevivir a la impetuosa taquicardia,
como no verte pues,
como harás para enmendar esta herida?,
y mi estómago, no te apiadarías de él?
un ligero ardor aparecería, mareado,
navegaría por un mar de tormentas,
no me concederías un halo de esperanza?
quizá podría demorarse nuestro encuentro
a esa tarde de traición,
con tu nuevo amigo llamado..,
si al menos me relegarás un espacio
en esa tarde próxima al otoño,
que tímidamente se acerca.
Esperaré con anhelo una respuesta,
una esperanza a este agravio,
y enmendar este dolor, esta congoja,
este vacío sin vida que me causa
una muerte, lenta e inerte.
Mientras soñaré con la armonía de colores
que me sugieres cada vez que en ti pienso,
como cuando el azul de tu mirada
me guía hacia el mar de la tranquilidad,
o el color fuego de tu sonrisa transmitiendo
calor a mi corazón,
sin olvidarme de tus palabras, de un verde vivo,
animoso, esperanzado,
alentándome a seguir, hacia el horizonte
de un futuro incierto, pero en el que sin duda,
tu estarás, y este es mi consuelo,
la certeza de que en mi ser tu estás,
y seguiremos tejiendo nuestra historia,
a base de complicidades, humor y pintando
las tardes de charlas y café."

viernes, 5 de septiembre de 2008

Quizás un sueño?


Una vez soñé que soñaba y esto soñé:

Gente ataviada de túnicas de todos los colores, naranjas, azules, amarillos, violetas, púrpuras, blancos…, bajo las túnicas pantalones del mismo color, sandalias, bailes, círculos, alegría, flores, niños, un duende, un duende?, desperté algo confusa, detuve por un instante mi mente, y empezó a ordenarse en mi cabeza lo soñado y así fue:

Una fiesta, personas vestidas de túnicas de toda la gama de colores,
azules, naranjas, violetas, blancos, púrpuras…, cada uno se identificaba con un color,
calzaban sandalias romanas,
y formaban un círculo, cantaban mientras bailaban danzas medievales, otras veces eran bailes de oriente, de los países árabes, todos apoyados entre sí y bailoteando al unísono, era divertido, extendidos sus brazos y descansando los hombros en el que tenían a cada lado, parecía que entonaban una canción antigua como de otros tiempos, recuerdo que era algo así:
‘ en una montaña, más allá del valle,
donde se esconde el arco iris..,’

risas, palmas, regocijo y saltos.

Unas flores encima de una mesa y sobre ella un paño de color hueso, pero apenas se distinguía puesto que estaba disfrazado de infinidad de pétalos carmesíes, precioso,
y giraban hacia la derecha,
y ahora un brinco.
Fuera, en el exterior, la lluvia empieza a mojar las calles,
los árboles agradecían las gotas de agua sobre sus hojas casi secas,
sonrío entonces,
y en la fiesta un niño se sitúa en el centro del círculo,
marcando el siguiente paso con un palmoteo,
giro a la izquierda,
‘ donde los delfines hacen un brindis a la vida,
y los osos blancos elogian a la primavera’
otro salto,
hombres sencillos trajeados de túnicas verdes disponen
flores de un abril radiante, luminoso, colmado de entusiasmo.
Y a lo lejos, un duende elegante, disciplinado y de mirada pícara,
contempla la escena que le llena de júbilo, viste túnica azul brillante
y un brazalete amarillo en un tobillo,
me busca entre mis invitados,
mueve ligeramente su cabeza a modo de saludo,
risas, palmas, alegría y más saltos.
Si, sin duda es mi duende,
un duende tocado por los dioses,
‘ donde las sirenas llaman a los ángeles,
con sus cítaras y arpas, hermosas damiselas’

y desde el umbral de la puerta, me espera,
sé que he de partir,
partir a otros mundos,
mis invitados continúan disfrutando,
sus mejillas encendidas por la pasión de sus danzas,
almas gozosas,
celebran mi vida, ajenas a mi partida,
mi duende coge mi mano,
la esencia de la vida,
miro a mis invitados
y contemplándolos, sonrío
la verdad de la vida,
tan solo dos únicas palabras;
belleza, esperanza.

Fue un sueño? Fantasía, extrañeza, duda, no, solo certeza.
Y pétalos blancos caídos desde el cielo me dan la bienvenida,
y dos jóvenes indios tocan en mi honor con caracoles marinos y timbales.