domingo, 19 de abril de 2009

Encuentro

En una tarde lluviosa me encontraba sentada en un banco del jardín del centro de la ciudad. Me apetecía descansar, la lluvia era tenue.
Al rato decidí marcharme y antes de dar el primer paso, percibí que alguien se sentaba a mi lado, no le había visto venir. Era una anciana de semblante espectral.
No te vayas, dijo. Tengo algo que decirte. Había algo en ella que me atrajo.
Mañana cocinaré natillas con galletas y canela.
Y...?
Y la vida te trae regalos, solo hemos de estar atentos. No tengas miedo.
En ese momento se levantó para marcharse.
Ya se va?
Entonces se giró y añadió: “en la vida nos encontraremos”-
Y la anciana se fue sin hacer ruido, sigilosamente, parecía que sus pasos flotaban en el aire. Me sentí apenada por su marcha, estuve a gusto durante los segundos que permaneció conmigo.
Al llegar a casa le conté a mi hermana lo ocurrido. Ella sonrió.
No recuerdas que la abuela nos hacia natillas? Ha venido del más allá para darte un mensaje.
Desde entonces, cada vez que me siento triste o desanimada, recuerdo aquella tarde lluviosa y "en en la vida nos encontraremos”, y sin temor continuó hacia delante.

2 comentarios:

Nohe G. dijo...

Ya vess...ENCUENTRO. ¿cuantos encuentros de diferentes maneras y sensaciones se pueden dar a lo largo de nuestra vida y todos cargados con algun mensaje?

Pero claro sólo aquéllas mentes inquietas pueden descifrarlo.

Un beset

noelia dijo...

Preciosísimo relatito que nos hace tener esperanza e ilusión por encuentros y sucesos venideros.
Eres una artista escribiendo...no pares!!!